Llevaba seis días desaparecido cuando lo encontraron. Estaba sucio y roto. Y parecía no poder articular palabra.
Alguien dijo que lo mejor sería reciclarlo, devolverlo a la Naturaleza para que Ella lo reconvirtiera en otra cosa.
Pero otro alguien pensó que aún servía. Lo cogió en brazos, lo llevó a casa, lo lavó y trató de juntar todas sus piezas.
¡Seguía pareciendo un viejo juguete roto!
Se dio cuenta de lo que realmente era cuando, en mitad de la noche, el juguete gritó: ¡MAMÁ!
Y entonces pudo verlo tal y como era: sólo un niño, un pequeño niño roto.
Alguien dijo que lo mejor sería reciclarlo, devolverlo a la Naturaleza para que Ella lo reconvirtiera en otra cosa.
Pero otro alguien pensó que aún servía. Lo cogió en brazos, lo llevó a casa, lo lavó y trató de juntar todas sus piezas.
¡Seguía pareciendo un viejo juguete roto!
Se dio cuenta de lo que realmente era cuando, en mitad de la noche, el juguete gritó: ¡MAMÁ!
Y entonces pudo verlo tal y como era: sólo un niño, un pequeño niño roto.
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