AGNÓSTICO

Dibujo de vivanietzsche
Se levantó con tantas ganas de creer que, durante un instante razonable, creyó. Y la vida se pareció a ese lugar surrealista y colorido que dibujan los niños.

Después, el cielo empezó a arrojar miedos, presunciones, límites y racionalidades hasta formar una gran montaña de escoria ante él.

Trepó por ella. Se asomó a su precipicio. Y allí estaba, suspendida, su creencia. 

Pero ya no pudo llegar hasta ella. Carecía de los fundamentos necesarios para alcanzarla.

Laura Erre, Noviembre 2014

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